lunes, 26 de marzo de 2018

Isa quiere jugar al fútbol

                                                                                                                                   
Hacía más de dos años que Isa me pedía  ir a una escuelita de fútbol. Aunque vivimos  en la ciudad con más clubes de barrio de todo el planeta, busque pero ninguna de las escuelitas de fútbol cerca de casa tenían grupos de nenas. Isa se resignó a jugar el fútbol en algún cumpleaños infantil, siempre y cuando los varones la dejaran, o los fines de semana con su papá.

Ella no entendía muy bien porque no había lugar para ella en todos esos clubes. Le contaba que antes las nenas no jugaban al fútbol, que estaba visto como un deporte de varones, que todo estaba cambiando, que quizás cuando fuera más grande… Isa nació en una época donde las mujeres manejan camiones, vuelan aviones y hasta son presidentes. Por eso no podía entender por
que no podía jugar al fútbol.

Cuando yo era chica los varones y las nenas hacían cosas diferentes, había deportes que las nenas no jugaban y ni siquiera se lo planteaban. Teniendo un hermano varón jamás se me pasó por la cabeza jugar a la pelota. Además las nenas que se atrevían eran tildadas de marimachos. Por eso, de alguna manera, me resigné fácilmente a que isa no pudiera jugar al fútbol.

Hasta que un día Isa jugaba con su amigo y charlando le dijo:
- ¡ Que lindos botines Juano!! A mí me encantaría tener unos botines como los tuyos y jugar al fútbol, pero no tengo donde jugar.
- ¿Por qué no te venís a patear al club con nosotros? Hay mucho nenes del grado, viene Martiniano y también Valentín.

Isa giro la cabeza y me pregunto a si podía. No supe muy bien que contestar, iba a decir algo parecido a “no podés Isa, es para varones”; cuando la mamá de Juano me interrumpió para decirme que podía llamar al profesor para preguntarle si aceptaban una nena.  En ese instante, me di  cuenta que la solución había estado todo el tiempo allí, en el club de la esquina, pero no lo había podido ver. Mi mente seguía dividida entre nenas y varones…

Así fue como Isabella con su trenza, su sonrisa y su valentía entro en ese viejo club de Avellaneda para construir un nosotros mucho más amplio.

lunes, 23 de marzo de 2015

Simplemente magia!!!


  Hace un par de semanas que venimos conversando en casa, el tema de como se hacen los bebés?, como llegan a las panzas de las mamás? y demás interrogantes relacionados. Generalmente ellas preguntan y yo trato de explicar de la manera mas sencilla posible. Hay veces que las preguntas llegan en momentos en los que no puedo dedicarles tiempo y en ese caso, acordamos un momento para volver a tratar el tema. Además este retraso me ayuda a preparar el relato.

Muchas veces las respuestas no generan nuevos interrogantes en el momento, sino que, la repregunta sucede un par de días después, de haber “reflexionando” acerca de la respuesta obtenida. 


Así fue que después de haber hablado con ellas, vinieron a preguntarme… “Mamá, como papá y vos se querían mucho, quisieron tener dos bebés?” a lo que yo respondí que en realidad nuestra intención era tener un solo bebé, y que fue una sorpresa saber que en vez de uno se habían formado dos.  Ahí fue cuando una de mis hijas me responde “Es como magia mamá, los mellizos se hacen con magia”.

Por un momento tuve el impulso de contradecirla, pero como?, si yo misma estoy convencida que un poco de magia hubo involucrada en el asunto...

domingo, 1 de marzo de 2015

Vientos de Cambio...

Mañana inician las clases. Ultimo año de jardín, mañana iniciamos el final de la primera etapa de escolarización. Pero no es un inicio de clases como los anteriores. Mañana Isabella y Milena entran a salas separadas.

Como padres, habíamos tomado el compromiso de separarlas si fuera necesario, por eso todos los años lo hablábamos con las maestras y luego con ellas.

Luego de un año con algunos tropezones, comenzamos a evaluar la opción de separarlas, lo hablamos con ellas y Milena nos habló con una madurez y tranquilidad sorprendente para sus 5 años. “Mamá a mi gustaría ir a la otra salita y tener compañeros nuevos”, ante mi pregunta de si iba a extrañar a sus compañeros y a su hermana me contestó: “los voy a ver a todos en el recreo y voy a tener mucho más amigos”. Sin embargo Isabella, al principio no estuvo tan segura y su hermana la tranquilizó diciendo,  “que si la extrañaba mucho, le pedí a su señorita y se podían encontrar para abrazarse”. Desde esa primera conversación han pasado 7 meses.

Después de varias consultas con profesionales llegamos al conclusión que este deseo era parte del crecimiento de nuestras hijas.

Hoy, encaran esta nueva etapa, con tanta alegría y naturalidad, que como mamá no puedo estar más tranquila y orgullosa por ellas…

Por eso mañana, aunque el corazón se me haga chiquito, al verlas ir por caminos diferentes, sé que ellas están preparadas para este cambio, que lo necesitan y que verlas felices es lo único que importa.




viernes, 28 de febrero de 2014

Nosotras y las Palabras. (Post escrito hace un año)


Leyendo el post Diccionario mellizo-español de Somos Múltiples, recordé que había escrito una entrada muy parecida sobre el mismo tema y nunca la había publicado. Ahí va Adriana, espero lo disfrutes!

Una de las cosas que mas me gustan de ser madre de mellizas, es ser testigo de como van desarrollando el habla y mas precisamente como inventan sus propias palabras. Muchas veces la empieza a utilizar una de ellas y la otra la adopta, muchas veces no tengo ni idea de quien la invento ni como y últimamente surgen de un juego cómplice entre ellas. Generalmente son deformaciones de la palabra original, pueden ser fusión de dos palabras y  otras veces son términos totalmente diferentes.

Al principio trataba de enfatizar en la palabra correcta y hasta me enojaba cuando las utilizaban, cosa que las alentó más en su uso.

Hoy me he rendido, totalmente convencida de que esto no impide el normal desarrollo del habla (aunque mi madre tenga dudas). Hasta disfruto del intercambio creativo que se genera entre ellas.
Si bien primero no tenían conciencia de sus creaciones, hoy sí (y no tienen la menor intención de dejar de hacerlo).

Aquí van algunos ejemplos:

La cosa comenzó cerca de los dos años: el conejo era queco, el caballo queca (nunca supimos si provenía de "que conejo" y "que caballo" o era una simpática coincidencia). Para referirse a los perros usaban moda, en obvia alusión a  Mora, la mascota de la familia.

En los día previos al festejo del cumpleaños nº 2, las hacía practicar para el gran evento, prendiéndoles velas y diciéndoles "soplen", así nació la palabra mas usada en mi casa, pope. Pope se usa para reemplazar caliente. "La comida está pope", o "tiene fiebre, está pope!". Hoy a sus 3 años y 4 meses la siguen utilizando y me he sorprendido a mi misma usándola también. Hace unos meses hubo un episodio muy gracioso, cuando descubrimos que uno de los compañeros de jardín de las chicas usando "pope"  correctamente y con la mayor naturalidad del mundo.

Según ellas no me llamo Laura sino Ala, cosa que no me gustaba para nada, sin embargo tengo que confesar que actualmente me encanta.

Todas las niñas sueñan con su príncipe, mis hijas sueñan con un Lelepite!!!!!!

Así llegamos a la última y más tierna creación de mi dúo tequieroamo, palabra que ha incorporado toda la familia, tíos y abuelas incluidos.

No se si es algo común en todos los chicos, o si sea parte del "lenguaje gemelar".  Lo que si es seguro, es que empezó como una ocurrencia y se transformo en una de las tantas cosas que me dejan maravillada y totalmente agradecida de tener la posibilidad de ver crecer a dos niñas de la misma edad.

jueves, 20 de febrero de 2014

Aquellos inocentes comentarios

Entiendo que para conocer a dos niñas aparentemente iguales, se empieza buscando las diferencias y la única manera de hacerlo es comparándolas. El tema es cuando esas comparaciones vienen de personas que las conocen.

Muchas veces los padres  nos vemos  en situaciones bastante incomodas, cuando alguien suele referirse a una de ellas como la mas educada, la mas fácil de llevar, la mas simpática, etc... Además la gente tiende a no notar el efecto catastrófico que puede causar un simple comentario. Esas frases vienen de educadores y de familiares a los que se les hace imposible ver el daño que hacen estos pre conceptos.

 Mis niñas tienen personalidades muy diferentes,  no hay una dominante y ambas son extrovertidas, pero su manera de encarar el mundo es notablemente distinta. Sin embargo es evidente la dificultad de los demás de verlas como dos personas diferentes, es como que las perciben como mitades de un mismo ser. Si fulanita es así, porque menganita no es de tal manera?? Simplemente no lo entienden.

Crecí con un hermano menor con muchas facilidades para relacionarse socialmente (a mi siempre me costó) y esto ha sido razón para muchas de nuestras distancias. Pero nadie nunca se planteo, porque yo no era como mi hermano. En ese caso era obvio que era porque no eramos iguales. Porque a la gente le cuesta tanto percibir algo tan evidente en el caso de gemelos y mellizos???

Hace mas de 6 meses, una de mis niñas vino del jardín muy angustiada, porque una de las señoritas había dicho que ella era mas "chiquita" que su hermana (tienen unos pocos cm de diferencia). Ese simple e inocente comentario provocó que desde es día, mi hija  diariamente me haga comentarios como: "hoy estoy un poco mas alta", "viste que crecí mami", "ya no voy a ser mas chiquitita".  

Si bien esto me causa mucha impotencia, se que no puedo hacer nada para evitar estos comentarios. Mas allá de hablarlo con las personas que están en contacto con ellas, no puedo aislarlas del mundo. Creo que nuestra tarea como padres es reforzar sus personalidades y resaltar lo maravillosas que son cada una a su manera. Pero no puedo dejar de preguntarme si será suficiente...

domingo, 12 de enero de 2014

Hay que elegir?

Desde que soy madre, y antes de eso me he topado con dos espacios de creencias sobre la maternidad que, en lineas generales, se definen por la oposición entre ellos. En "Método duermete rápido y no me hagas sentir culpable niño", me había referido brevemente  a este tema. De hecho una de las razones por las que abrí este blog es para demostrar que se puede ser padre sin ponerse una camiseta.

Parece que hoy en día todas las cosas relacionadas con las crianza de los niños tienen sus adeptos y sus retractores. Ejércitos infinitos de padres, madres, abuelas, psicólogos, autores y señoras opinólogas, que estarán allí para defender o defenestrar justamente eso que hacés con tus hijos.

Lo que no me cierra de este tipo de movidas es que no dejan de asegurar el daño que le hacen a los niños no seguir sus consejos y lo equivocados que están los padres que hacen una u otra cosa. Me parece que todo suma y cuantas mas respuestas a los interrogantes que tienen los padres hayan, es mejor. Pero no creo que ayude a una pareja primeriza el discurso que demoniza ciertas maneras de crianza, que no son mas que eso, maneras, formulas, caminos, estilos que en síntesis ambas quieren conducir a la felicidad de los niños. No creo que ningún padre coherente busque formar robots, sin identidad, ni voluntad propia, dispuesto solamente a obedecer. Como tampoco tengan como fin criar seres egoístas y desalmados que lo único que buscan es la satisfacción de sus propios deseos. Es por eso que en este humilde acto me declaro una ferviente creyente en la crianza "estrictamenteapegada" o "limitariamenteamorosa", porque no creo que una cosa anule a la otra.

Me parece que cada familia debe construir y reconstruir diariamente su estilo de crianza y dedicarse apasionadamente a ello.

Yo no elijo, no creo estrictamente necesario hacerlo.

sábado, 4 de enero de 2014

Navidad y reyes, la magia sigue intacta!

Las navidades de mi infancia eran navidades poco tradicionales. Vivíamos lejos de la familia, muchas veces fueron reuniones de amigos de mis padres, otras eramos solo nosotros cuatro, alguna vez la navidad nos encontró de campamento y al pobre Papá Noel no le quedó otra que dejar los regalos dentro de la carpa. Lo que si era tradicional era la pasión  (casi obsesión) de mi madre por la decoración navideña y los paseos de mi papá (previos a la noche buena). El era el encargado de guiar a los niños en busca de Papá Noel y su trineo cargado de regalos, si bien nunca lo encontramos, esa era mi parte favorita de la noche.
Mi papá siempre contaba que cerca de mis 6 años, descubrí el baúl del auto familiar repleto de paquetes envueltos con el papel de la juguetería más linda de mi ciudad y que ante mi pregunta, él argumentó tener ese papel para vender (porque ese era su trabajo por esos tiempos). De tal manera creí el argumento, que si no fuera por su relato, jamás lo hubiera recordado.
Mi abuela nos decía que los padres compraban regalos de miedo a que los reyes no vengan, porque ese año habíamos sido muy traviesos. Con el tiempo me fue imposible mantener esos argumentos en mi cabeza y año a año vi inútil seguir aferrándome a la fantasía. No recuerdo el momento exacto en el que lo supe, pero si recuerdo haber llorado con mi hermano cuando él se enteró.
En casa de mis padres, nunca faltó el pasto y el agua para los reyes y sus camellos, aun adolescentes seguíamos repitiendo el ritual, supongo que para mantener viva la magia.
Creo que todos los adultos de alguna manera u otra extrañamos ese "pensamiento mágico" que lo hacia todo posible.
Luego de de muchos años vuelvo a ver la navidad con ojos de niña, a través de los ojos de mis niñas. Vuelvo a mirar al cielo, teniendo la certeza absoluta que veré pasar a Papá Noel en su trineo y juraría ante cualquier juez que fueron los camellos quienes derramaron agua en mi living y desparramaron el pasto sobre mis sillones....