viernes, 28 de febrero de 2014

Nosotras y las Palabras. (Post escrito hace un año)


Leyendo el post Diccionario mellizo-español de Somos Múltiples, recordé que había escrito una entrada muy parecida sobre el mismo tema y nunca la había publicado. Ahí va Adriana, espero lo disfrutes!

Una de las cosas que mas me gustan de ser madre de mellizas, es ser testigo de como van desarrollando el habla y mas precisamente como inventan sus propias palabras. Muchas veces la empieza a utilizar una de ellas y la otra la adopta, muchas veces no tengo ni idea de quien la invento ni como y últimamente surgen de un juego cómplice entre ellas. Generalmente son deformaciones de la palabra original, pueden ser fusión de dos palabras y  otras veces son términos totalmente diferentes.

Al principio trataba de enfatizar en la palabra correcta y hasta me enojaba cuando las utilizaban, cosa que las alentó más en su uso.

Hoy me he rendido, totalmente convencida de que esto no impide el normal desarrollo del habla (aunque mi madre tenga dudas). Hasta disfruto del intercambio creativo que se genera entre ellas.
Si bien primero no tenían conciencia de sus creaciones, hoy sí (y no tienen la menor intención de dejar de hacerlo).

Aquí van algunos ejemplos:

La cosa comenzó cerca de los dos años: el conejo era queco, el caballo queca (nunca supimos si provenía de "que conejo" y "que caballo" o era una simpática coincidencia). Para referirse a los perros usaban moda, en obvia alusión a  Mora, la mascota de la familia.

En los día previos al festejo del cumpleaños nº 2, las hacía practicar para el gran evento, prendiéndoles velas y diciéndoles "soplen", así nació la palabra mas usada en mi casa, pope. Pope se usa para reemplazar caliente. "La comida está pope", o "tiene fiebre, está pope!". Hoy a sus 3 años y 4 meses la siguen utilizando y me he sorprendido a mi misma usándola también. Hace unos meses hubo un episodio muy gracioso, cuando descubrimos que uno de los compañeros de jardín de las chicas usando "pope"  correctamente y con la mayor naturalidad del mundo.

Según ellas no me llamo Laura sino Ala, cosa que no me gustaba para nada, sin embargo tengo que confesar que actualmente me encanta.

Todas las niñas sueñan con su príncipe, mis hijas sueñan con un Lelepite!!!!!!

Así llegamos a la última y más tierna creación de mi dúo tequieroamo, palabra que ha incorporado toda la familia, tíos y abuelas incluidos.

No se si es algo común en todos los chicos, o si sea parte del "lenguaje gemelar".  Lo que si es seguro, es que empezó como una ocurrencia y se transformo en una de las tantas cosas que me dejan maravillada y totalmente agradecida de tener la posibilidad de ver crecer a dos niñas de la misma edad.

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