lunes, 24 de junio de 2013

RENUNCIO!!!!! (Relato desde mis dias de puerperio y no tanto)

Tarde o temprano llega el momento en la vida de una madre en el que emitimos este pedido ayuda. Algunas a los gritos, otras en silencio, otras en el consultorio de un psicólogo y otras se lo confesamos a una amiga. En nuestra sociedad, no esta bien visto que una madre reniegue de su hermoso y maravilloso rol, pero a todas nos pasa. Son esos días en los que la realidad nos pesa toneladas y esas hermosas criaturas se han convertido en maquinas de llorar, destruir, demandar y absorbernos las pocas energías que a esta altura nos quedan.

Son esos días en los que nos sentimos unas completas inútiles, desagradecidas y además malas madres!
Días en los que nos damos cuenta que esa mujer que alguna vez fuimos y nos mira risueña  (casi burlándose) desde un porta retratos, ha dejado paso a una SOMBRA ojerosa y malhumorada con el solo y apasionado deseo de DORMIR!

En esos días debemos mantenernos alejadas de la televisión, por que? Porque encontraremos un ejercito de mujeres hermosas, exitosas y perfectas, a las que la maternidad, aparentemente solo las ha mejorado, y se pasean con sus cuerpos esbeltos y sus hijos divinos por la pantalla. Se escabullen en las publicidades, los programas en vivo y en las películas.

Sin dejar de mencionar, que las vacaciones, se convirtieron en vacaciones familiares. Una interminable suma de días en los que el trabajo de madre no se detiene (muchas veces se intensifica) y lo único que varía es el escenario! Pero, nos queda la satisfacción de disfrutar a través de ellos?!
Las que tenemos la suerte (o no) de estar en pareja, nos encontraremos con una enorme expresión de que te pasa?  No es esto lo que vos querías?  Es absolutamente necesario no intentar razonar nada, perderemos tiempo y energía.

De estos días he tenido MUCHOS, no se si son mas o menos que los días buenos. A veces no son ni siquiera días enteros sino momentos.

Como en toda tarea, por mas preciosa y deseada que esta sea, hay MOMENTOS en los que uno firmaría ese telegrama sin dudar. Pero en la nuestra, eso pocas veces sucede. Porque no hay mejor remedio para esos MOMENTOS, que un beso lleno de galletitas, un dibujo o un simple mammmmamammmmmmmmm para que volvamos al ruedo.