jueves, 23 de agosto de 2012

La dicha de las frutillas con crema!




Mi abuela era como todas las abuelas, cocinaba como los dioses y le encantaba tener la mesa repleta de gente y sobre todo de comida… Lo que le salian  mas rico a mi abuela eran las frutillas con crema. Ni los vaporosos merengues, ni los esponjosos bizcochuelos.

 Encontrar en la heladera los dos recipientes de losa repletos de frutillas uno y de crema el otro, era la gloria de mi infancia. Cuando llegaba a su casa me recibia con un gran abrazo y susurraba en el oído, “te hice frutillitas”… esa frase era la promesa de un universo de sabores que se parecían a los cumpleaños, la primavera y las tardes sin escuela todas juntas!   

Cuando el tiempo había pasado y yo me tomaba un descanso de mis días de facultad, solía visitarla. Cuando se acercaba septiembre me recibía con el mismo abrazo y la misma promesa de siempre.  Ahí estaba esperando el paraíso en su heladera.

Hoy que la abuela ya no esta, yo tengo mis propia fanáticas de las frutillas con crema. Las espero, para que cuando vuelvan del jardín, tengan su tesoro de primavera .

lunes, 2 de julio de 2012

Un lugar feliz...


Desde Marzo de este año Isabella y Milena, van al jardín de infantes, juntas a salita de 2. La escolarización de mis hijas desencadenó muchos cambios y descubrimientos en nuestra familia. Tantos son, que no me he sentado a escribir desde entonces.
Los cambios son los esperados y los no tanto. Los esperados son las variaciones en las rutinas (que todavía mamá no ha terminado de reacomodar), en la siestas (que ya son prácticamente inexistentes), en los mediodías (que se transformaron en una locura de corridas, peinados y almuerzo a las apuradas) y los que más costaron (el hacerme a la idea que ya no me necesitan tanto como antes).

Descubrimos que Milena es una revolucionaria inquieta, le encantan los juegos físicos  y estar cerca de los varones. Que Isabella es tranquila, obediente y prefiere estar con las nenas. Descubrimos que a pesar del despegue, el comienzo de clases fue un hecho feliz en sus vidas y que no hay día gris, ni rabieta que les impida llegar con una sonrisa en la cara!

Mamá descubrió que en cuatro horas se puede hacer muy poco, pero el silencio ganado es mucho. Descubrió que había un mundo de madres nomultis allá afuera y que tener un solo hijo o más de uno, no es mejor ni peor, es diferente. Descubrió que a pesar de todas las quejas, de los días difíciles, no hay trabajo que haga mejor y que la haga más feliz como el de ser madre.

Isabella y Milena descubrieron que tener un hermano de la misma edad no es tan común como ellas pensaban. Que hay personas que no saben sus nombres y prefieren decirles mellis. Descubrieron que los otro nenes se pueden dar el lujo de volver a casa durmiendo en los brazos de mamá, pero ellas se dan el lujo de volver a casa y seguir jugando con una nena de su edad. También descubrieron que hay papás que en la cabeza tienen pelos y que a la noche no siempre se puede dormir, también se puede tener aventuras y charlar a media lengua.

Hablando en serio, dejando atrás las inseguridades y los miedos que me provocaba el comienzo de clases, hoy puedo decir que ha sido una de las mejor cosas que les han sucedido a mis hijas. Sólo con ver el entusiasmo con el que hablan de sus maestras y sus compañeros, siento que vamos por buen camino…

domingo, 19 de febrero de 2012

Crónicas urbanas de una madre múltiple...

Quien ha vivido la experiencia de tener multis en la familia, sabe que se está en una vidriera permanente. La gente experimenta una fascinación por los bebés nacidos en un mismo parto. Fascinación que se ve aumentada por varios factores:
-Cantidad de hermanos (los cuatrillizos y quintillizos, llevan la delantera),
-Que sean gemelos (si a esto le agregamos trigemelos, tenemos BINGO).
-En el caso de que sean mellizos, tener un varón y una nena es considerado como una bendición (y razón suficiente para no tener mas hijos).

Las preguntas generalmente giran en torno a los mismos temas: Naturales o por tratamiento (que siempre me ha sonado a naturales versus artificiales).  Como haces? si yo no puedo con uno... (a lo cual quiero contestar "ese es tu problema", pero pocas veces lo hago). Gemelas o mellizas (sea cual sea la respuesta el interlocutor siempre la pondrá en duda). Quien se porta mejor? o su versión mas antipática, Quien es el bueno? (como si los chicos siempre se portaran bien o mal  y en todas las situaciones). En tu familia hay antecedentes? ( Una madre multi amiga me enseño una respuesta genial, "Si, en la policía"). Me imagino que no las vestís iguales? (si se llevaran tres años de diferencia a nadie le importaría). Que puntería tu marido, no? (pregunta que, además de machismo, refleja una profunda ignorancia) Es verdad que cuando llora uno, llora el otro? (interrogante q nunca entendí, si se referían a si coinciden en sus arranques de llanto, o la creencia de la telepatía entre gemelos que les hace sentir lo mismo que siente el hermano). Como hacés para diferenciarlos? (pregunta que le hacen, hasta a madres de mellizos de diferente sexo).

Hay dos comentarios que suelen ponerme, especialmente de mal humor. "Pobre madre, si tengo mellizos me muero" y "Que lindo, tener mellizos es el sueño de toda mi vida" Porque ninguna de esas dos personas tienen la menor idea de lo que están hablando.

También están los adultos que arrastran al infante de muy corta edad hasta el carrito doble, al grito de "mirá los mellizos " (como si se tratará de monitos en un zoológico). Generalmente el infante en cuestión nunca termina de entender, por qué tanto alboroto?

Esta larga lista de mitos. creencias  e inquietudes diversas en torno a la generalidad, suele repetirse en todas las culturas e idiomas sin demasiadas variantes.

Los padres múltiples manejamos las preguntas y reacciones callejeras como podemos. Las mías han ido desde una sonrisa, una discusión acalorada, hasta la indiferencia total.  Hay un comentario que se lleva todos los laureles. Provino de una vecina de mi barrio, que me aseguro en tono catedrático: "Yo tengo una amiga ginecóloga y ella me contó, que embarazos múltiples, sólo se dan en las mujeres fogosas". Después de semejante afirmación, sólo resta el silencio.