jueves, 23 de agosto de 2012

La dicha de las frutillas con crema!




Mi abuela era como todas las abuelas, cocinaba como los dioses y le encantaba tener la mesa repleta de gente y sobre todo de comida… Lo que le salian  mas rico a mi abuela eran las frutillas con crema. Ni los vaporosos merengues, ni los esponjosos bizcochuelos.

 Encontrar en la heladera los dos recipientes de losa repletos de frutillas uno y de crema el otro, era la gloria de mi infancia. Cuando llegaba a su casa me recibia con un gran abrazo y susurraba en el oído, “te hice frutillitas”… esa frase era la promesa de un universo de sabores que se parecían a los cumpleaños, la primavera y las tardes sin escuela todas juntas!   

Cuando el tiempo había pasado y yo me tomaba un descanso de mis días de facultad, solía visitarla. Cuando se acercaba septiembre me recibía con el mismo abrazo y la misma promesa de siempre.  Ahí estaba esperando el paraíso en su heladera.

Hoy que la abuela ya no esta, yo tengo mis propia fanáticas de las frutillas con crema. Las espero, para que cuando vuelvan del jardín, tengan su tesoro de primavera .